miércoles, 2 de diciembre de 2015

MINICUENTOS DE LOBOS Y PINGÜINOS PARA IR A DORMIR

"Minicuentos de lobos y pingüinos para ir a dormir" son una serie de álbumes ilustrados redactados por Magela Ronda, ilustrados por Ana Burgos y editados por BEASCOA

Estos minicuentos, como así los denomina la propia autora de ellos, tratan diversas historias donde sus protagonistas son o lobos o pingüinos: Instrucciones para preparar la mejor fiesta de cumpleaños;  Directos a la bañera; El jardín de Laura lobo (entre otros). En todos ellos nos va contando diversas historias donde sus personajes superan una situación. 

La narración es corta, utilizando un vocabulario sencillo y mezclando narración y diálogo. Cabe destacar el énfasis que le concede la autora a los protagonistas de las diferentes historias (siempre animales), ya que estos aparecen en otro color para destacar sobre el resto del texto. A su vez, las ilustraciones son muy sencillas y coloridas, donde el lector puede observar lo que está sucediendo en la historia sólo con mirar las imágenes. Todos los personajes que aparecen en la historia, tanto los protagonistas como los no protagonistas, son siempre animales, dejando entrever que los animales en los cuentos llaman más la atención a los niños de Educación Infantil. 

 










En cuanto al formato, es un libro de tamaño mediano alargado, con tapas duras. En la portada aparece el título del cuento y las ilustraciones de los protagonistas de la mayoría de los minicuentos. En la tapa posterior, aparecen varios de los títulos de los minicuentos que aparecen en el cuento, y otras colecciones que posee la editorial. Consta de 62 páginas, pero cada minicuento tiene aproximadamente 10 páginas, lo que hace más amena la lectura de éstos mismos.

Estos minicuentos están destinados para la lectura de los padres hacia los niños antes de irse a dormir. En todos ellos tratan historias cotidianas protagonizadas por animales, lo que hace que podamos introducir diverso vocabulario sobre animales (lobo, oso...). Por otro lado, el hecho de que todos los personajes (aún siendo animales) tengan nombre propio hace que los niños puedan identificarse con estas situaciones, aunque no sean animales. Es una lectura muy sencilla para utilizar con niños a partir de los tres años e incluso, si estos niños ya saben leer y se atreven, podrían intentarlo para hacer más divertida la lectura conjunta.




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