Este libro se escribió en México, por lo que a lo largo de la historia podemos encontrar palabras propias de su país, como platicar en vez de hablar. Esto nos servirá para que los niños aumenten su vocabulario. Consta de un vocabulario sencillo y fácil de entender por los más pequeños. No tiene diálogo en ninguna parte del libro, pero el niño, como narrador, describe cada situación.
En cuanto a las ilustraciones, ocupan toda la página describiendo a la perfección lo que el texto nos está contando, lo cual es bastante bueno ya que, así, si los niños no entienden algo puede hacerlo a través de las ilustraciones.
Es un libro bastante grande y de tapa dura. En la portada aparece el nombre de la autora, junto con los dos protagonistas de la historia. El dorso no tiene ninguna descripción o resumen del libro por lo que si no leemos el libro no sabremos muy bien cuál es la trama.
En mi opinión, es un libro que, aunque tenga un vocabulario sencillo, algunas de las situaciones no sean entendidas por los niños, ya que cuenta cómo el abuelo, poco a poco, va perdiendo la memoria pero sin decirlo como tal. Aun así, los niños preguntarán y nosotros podremos aclararles lo que está pasando. Creo que algunos niños se sentirán identificados con esta situación, por lo que les será interesante el cuento y sentirán seguridad al descubrir el final feliz. Además, en clase podemos tratar el tema de la famila, igual que con el cuento de "Días de hijo", resumido en entradas anteriores.
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